Los molinos de viento han sido fundamentales para evitar costos extra, explicó Casaravilla y señaló que la energía eólica pasó de un 2% a un 14%. “Todo lo que no llovió, sopló”, graficó.
Por tanto, el presidente de UTE concluyó que la empresa estatal no tiene una situación crítica desde el punto de vista del abastecimiento ni de costos. “Podemos confirmar que no va a haber ajuste de tarifas asociada con esta situación de faltante hídrico en el Uruguay”, consignó.
Casaravilla explicó que si bien estaba previsto la semana pasada poner en funcionamiento la central térmica de La Tablada, finalmente no se prendió ya que se verificaron las precipitaciones anunciadas en la cuenca del Río Uruguay.
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