En caso de no tener éxito, los funcionarios podrán reducir a los internos colocándolos boca abajo, sujetándole las manos con esposas y los pies con grilletes.
Dicha reducción, dijo Fulco a La Diaria, sólo se aplicará cuando el detenido genere las condiciones para la “autoagresión, la agresión a otros o destrozos materiales en el centro”.
La jerarca añadió que en situaciones de emergencia, se deberá dar aviso a las autoridades “de forma inmediata”.