Consultado por El Observador, el director de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), César Falcón, dijo que "en algunos lugares la turbiedad es altísima" por lo que aconsejó no tomar agua hasta que pase el evento.
Según el jerarca, estos episodios de turbiedad son "normales" e incluso "usuales" ya que, al romperse una cañería, el aire ingresa dentro de las tuberías y eso "incrementa" la turbiedad del agua. "Esto es un problema usual que no hay forma de revertir", agregó.