“Nosotros estamos totalmente de acuerdo en enviar una fuerte señal del compromiso de todas las ramas del Estado en contra de la violencia doméstica”, dijo el presidente de la Suprema Corte.
“Ya el homicidio cometido por razones de brutal ferocidad, que podrían ser varias de estas situaciones donde hay muchísima violencia, se multiplican las puñaladas, las mutilaciones, ya es un homicidio especialmente agravado que tiene una pena mayor a 20 años, lo que significa que las distintas modalidades del homicidio con sus agravantes están previstas”, explicó.
“En esa amplitud de agravantes (del homicidio) probablemente se pueda insertar sin problemas jurídicos la agravante específica por razón de genero”, agregó Chediak.
“Debe ser muy cuidadosa la modificación del Código Penal dado que es una unidad orgánica en donde hay que insertar de una forma armónica esta agravante a los efectos de que se pueda dar esa señal firme en la que estamos de acuerdo”, destacó el presidente de la Corte.
De esta forma el homicidio de una mujer por su condición de tal, sin mediar otra razón, se transformaría en un homicidio agravado o especialmente agravado.