Hinchas de Nacional planificaron el ataque en Santa Lucía por WhatsApp

La idea de los hinchas de Nacional que fueron desde Montevideo hasta Santa Lucía durante el aniversario de Peñarol y provocaron la balacera que terminó con tres hinchas de Peñarol heridos de bala, surgió a raíz de un grupo de WhatsApp.

Algunos integrantes del grupo se contactaron por esa red social y planificaron la ida a esa localidad "con el objetivo de robar banderas de Peñarol".

Según declara la resolución del juez Luis Sobot, algunos se encontraban la noche del 28 de setiembre en la sede de Nacional ya que habían salido de una reunión del colectivo 7411, un grupo de hinchas de Nacional responsables de planificar los "recibimientos" en los partidos de su equipo.

Otros circulaban en moto por los distintos lugares en donde festejaban los hinchas de Peñarol, en busca de banderas del club mirasol.

Según informa Canal 10, algunos integrantes del grupo consumieron cocaína antes de partir rumbo a Santa Lucía.

Tres de los procesados confesaron que portaban armas de fuego al llegar a la plaza de la ciudad. El menor, conocido como "El Papo", declaró que efectuó cuatro disparos hacia el grupo de parciales de Peñarol. Aseguró que el arma se la dio otra persona antes de partir hacia la plaza, y que luego se deshizo de la misma en la cantera de Suárez.

Otro de los procesados dijo que contaba con un revólver calibre 22 que había comprado anteriormente en la feria de Piedras Blancas por $2000. Y el tercer integrante armado indicó que disparó seis veces hacia los hinchas de Peñarol con un revolver que le había entregado el menor de edad.

Otro dijo, además, que llevó un bate de béisbol por "si se armaba lío".

Según manifestaron, uno de ellos disparó mientras intentaba robar una bandera, y le dio a un perro. Luego los otros, comenzaron a disparar al escuchar el primer tiro.

Afirmaron haber robado varias banderas. Una de ellas se la llevó uno de ellos a su casa en Canelones, y aseguró que al ver que con la bandera había un arma de fuego, le pidió a los demás que la fueran a buscar y al no obtener respuesta, se deshizo de la misma tirándola al río y quemó la bandera robada.

La policía no encontró ninguna de las armas de fuego utilizadas esa noche.