En noviembre de 2014 la jueza Beatriz Larrieu resolvió archivar el caso y no hacer lugar al pedido de procesamiento con prisión que había hecho el fiscal Ariel Cancela. El fiscal apeló y el caso pasó entonces al Tribunal de Apelaciones que ratificó el fallo inicial.
Según publica El País, en esa sentencia el Tribunal señala que "no se constató patología o fallas mecánicas, o de funcionamiento en sus diversos componentes materiales" en el avión, "lo que ratifica íntegramente" que la aeronave jamás estuvo en peligro.
También se expresa que "no existió infracción alguna respecto del peso y balance de las aeronaves de la empresa" y que se "constató debidamente que la empresa contaba con el Manual Básico de Operaciones, mediante el cual instruía a su personal".
Además se asegura que el estado de los aviones de la firma es "bueno, son seguros y cumplen con todos los requisitos de aeronavegabilidad".