Rousseff interviene para calmar crisis carcelaria
11 enero de 2014
En estos días perdieron la vida 62 reclusos, entre ellos, hubo varios decapitados, informó la prensa local.
Rousseff envió a su ministro de Justicia, José Cardozo, a Maranhao donde acordó con las autoridades locales la aplicación de un plan de emergencia de 11 puntos.
Entre ellos, informa este sábado el portal Infobae, están el traslado de los cabecillas de la cárcel de Pedrinhas, epicentro de la crisis.
Además de los casos en Maranhao la mandataria enfrenta la inseguridad pública, porque varias bandas lanzaron, a través de células urbanas, ataques a ómnibus y comisarías, que dejaron a una niña muerta y cuatro heridos que continuaban internados en estado reservado.
Rousseff resolvió que las tropas federales permanezcan hasta febrero en Maranhao, donde también se reforzará la Defensoría Pública para recibir denuncias de parte de los presos, uno de los motivos de las frecuentes rebeliones en las que fueron decapitados varios reclusos.
Brasil tiene la cuarta mayor población carcelaria más destacada del mundo, con 550 mil reclusos. Sólo superada por EEUU (2,2 millones), China (1,6 millones) y Rusia (680.000).
Informe propiedad de Infobae