Según informa el portal Infobae, en apenas un mes, la imagen de Dilma cayó 18 puntos. En esos 30 días, la economía acentuó su inestabilidad, el real cayó a los niveles más bajos de los últimos años, y los escándalos de corrupción en Petrobras generaron masivas protestas.
Apenas un 13% de los 2.842 encuestados por Datafolha calificaron "buena" o "excelente" la gestión de la presidente brasileña, consigna Folha do Sao Paulo.
Las mayores tasas de desaprobación se registraron en el medio-oeste (75%) y Sudeste (66%), en los municipios con más de 200 mil habitantes (66%), y entre los votantes de escuela secundaria (66%).
En el norte estuvo el mayor índice de aprobación, con un 21%, los encuestados valoraron aún peor el desempeño del Congreso brasileño. Sólo el 9% considera "bueno" o "excelente" su desempeño.
Para el 50% de la población, la consideración de los legisladores es "mala" o "muy mala".
Fuente: Infobae