Proyecto de regularización de marihuana preocupa a la región
9 diciembre de 2013
La regulación del consumo de marihuana genera cautela entre los países vecinos a Uruguay dada su cercanía, por esto, tanto Brasil como Argentina, prefieren evitar el tema o reforzar la prohibición.
"Creo que Brasil no está preparado para eso. No creo que ocurra (una legalización de la marihuana). Es un tema que tiene mucho rechazo ahora, muchas distorsiones. Se puede discutir, pero no creo", señaló a AFP Henrique Eduardo Alves, presidente de la Cámara de Diputados de Brasil.
Por su parte Argentina y Paraguay se muestran asustados sobre el tema y ha causado escepticismo en México, cuya sangrienta guerra contra el narcotráfico ha dejado unos 70.000 muertos desde 2006.
"Argentina está muchísimo más atrasada que Uruguay en cuanto a las políticas de drogas. Mientras en Uruguay los usuarios no son criminalizados y se discute la forma más eficaz para que puedan ejercer su derecho, en Argentina más de 8.000 consumidores de drogas son criminalizados cada año desde hace más de dos décadas", dijo a AFP Sebastián Basalo, director de THC, "la revista argentina de la cultura cannábica".
Después de Estados Unidos, Brasil es el segundo consumidor mundial de cocaína y crack, abastecida por importantes productores de coca como Perú y Colombia. Y aunque el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) defiende la legalización de la marihuana tras su salida del poder, el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff ha enfrentado el alza del consumo de drogas con una mayor represión del tráfico en las fronteras.
No obstante, la posibilidad de que la marihuana uruguaya sea exportada a sus vecinos parece lejana.
El 80% de la "maconha" en Brasil proviene de Paraguay, según la Policía federal.
En Paraguay, el mayor productor de marihuana de la región, el presidente Horacio Cartes es contrario a la legalización.
"La situación del tráfico de drogas no va a cambiar con la legalización de una droga. Es una utopía", ha dicho.
La nueva ley, que será votada el próximo martes en Uruguay, prevé un registro de los consumidores de marihuana y un límite de compra de 40 gramos mensuales en farmacias. De esta manera podrá ser un mercado cerrado controlado por el Estado.
Los precios serán módicos -casi un dólar el gramo- y no diferenciados para evitar competencia entre proveedores.
Para algunos sectores conservadores de Uruguay, así como se hacen tours gastronómicos en Lima o de vino en Santiago, Montevideo podría convertirse en un paraíso para consumidores de marihuana que no la pueden conseguir en su propio país.
"Van a venir de Brasil, van a venir de Argentina, a consumir a Uruguay", dijo el precandidato colorado Pedro Bordaberry, al canal Globo News.
Si bien la norma prohíbe la compra de marihuana por parte de extranjeros no residentes, Bordaberry considera que los uruguayos que no consuman igual van a comprar y van a revender el producto a los visitantes.
Informe basado en AFP