Preocupación en Brasil ante la llegada de Francisco
18 julio de 2013
Según informa la Agencia EFE, Bergoglio viajó el pasado 8 de julio a la meridional isla italiana de Lampedusa, a un centenar de kilómetros de las costas africanas, donde se reunió con los inmigrantes irregulares que llegan allí con el objetivo de entrar en Europa y lanzó una corona de flores al mar en memoria de los que perdieron la vida en las travesías.
Ahora, cruzará el Atlántico -el mismo océano que atravesó el pasado mes de marzo para venir a Roma al cónclave en el que fue elegido sucesor de Benedicto XVI- para reunirse con más de dos millones de jóvenes de todo el mundo en la ciudad carioca.
Francisco tiene muchas ganas de reunirse con los muchachos, especialmente los iberoamericanos, según confesó recientemente al secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, a los que ha invitado ya en varias ocasiones a "apostar por los grande ideales" y a "no tener miedo de soñar con cosas grandes".
La visita de Francisco se produce tras las protestas sociales que han sacudido las principales ciudades de Brasil en las últimas semanas, en las que se han manifestado cientos de miles de personas que pidieron mejoras en salud, educación, etc. y criticaron los gastos en eventos deportivos.
El Gobierno brasileño ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que la situación pueda comprometer la visita del papa argentino y, según el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, dicasterio del que dependen las JMJ, el Ejecutivo Federal y el del Estado de Río de Janeiro le ha dado garantías de que la visita se desarrollará de manera "serena y sin trastornos".
Francisco, según afirmó recientemente el cardenal brasileño Rymundo Damasceno Assis, presidente de la Conferencia Episcopal Brasileña, no está preocupado.
El papa mostrará durante el viaje su predilección por los pobres, necesitados y marginados con la visita a la comunidad Varginha, una barrida del complejo de favelas Manguinhos, lugar hasta finales del pasado año controlado por bandas de narcotraficantes.
También se reunirá con un grupo de detenidos en el palacio arzobispal de Río de Janeiro.
Informe propiedad de EFE