Mundial comenzó con protestas con saldo de 8 heridos
13 junio de 2014
Según informa la Agencia EFE en su crónica, los incidentes más graves se registraron en Sao Paulo, ciudad en la que las selecciones de Brasil y Croacia inauguraron el Mundial y donde un grupo de manifestantes enmascarados fue reprimido por la Policía con gases lacrimógenos y balas de goma.
Las protestas en contra del Mundial por los elevados costos que ha tenido para las arcas públicas, se extendieron incluso a las gradas del estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, donde se oyeron insultos contra la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, cuando ambos entraron al palco de autoridades minutos antes del inicio del partido.
En esa ciudad se registraron por lo menos siete heridos leves, entre ellos dos periodistas estadounidenses de la red CNN, mientras que en Belo Horizonte, otra de las doce sedes del Mundial, un fotógrafo de la agencia Reuters sufrió una lesión leve en el cráneo tras ser golpeado por un objeto en la cabeza durante una protesta.
Después de las manifestaciones, que fueron poco numerosas, la Policía Militar de Sao Paulo informó de que detuvo a 29 personas en el interior de una universidad por llevar máscaras, cuchillos y vinagre, las cuales ya fueron puestas en libertad.
Además, precisó que dos personas permanecían detenidas por su participación en las protestas que tuvieron lugar antes del partido inaugural a unos 4 kilómetros de distancia del estadio Arena Corinthians.
En Río de Janeiro, con cerca de dos mil personas, las protestas fueron pacíficas y duraron alrededor de dos horas, aunque al final un pequeño grupo se enfrentó con la Policía, que al igual que en Sao Paulo usó gas lacrimógeno para dispersar la marcha.
A diferencia de las masivas protestas del año pasado, que fueron espontáneas y congregaron a centenares de miles de personas en todo el país en demanda de mejores servicios públicos, las manifestaciones fueron convocadas por colectivos con reivindicaciones específicas y sólo tuvieron un seguimiento numeroso en Sao Paulo y Río de Janeiro.
Además de las dos mayores ciudades brasileñas, también hubo protestas menores en otras capitales regionales como Porto Alegre (Río Grande do Sul), Belo Horizonte (Minas Gerais) y Fortaleza (Ceará).
Todas las marchas estaban unidas por las quejas contra la FIFA, los elevados gastos de los estadios, algunos de ellos con dinero público, y las ventajas fiscales concedidas por el Gobierno brasileño a los organizadores del evento.
Además de protestar contra el Mundial, en Sao Paulo los manifestantes demandaron la readmisión de 42 empleados del metro que fueron despedidos por sumarse a una huelga.
En Río, entre los manifestantes, habían profesores que exigieron más inversiones en educación, además de grupos feministas y militantes de partidos políticos de izquierda.
La represión de las protestas en Sao Paulo fue censurada por Amnistía Internacional (AI) que consideró que la Policía brasileña hizo un uso "desproporcionado de la fuerza".
Informe propiedad de EFE