Río de Janeiro se prepara para recibir al Papa
16 julio de 2013
"Será la mayor operación policial jamás realizada en la historia de la ciudad", expresó a AFP el secretario adjunto de grandes eventos de Río de Janeiro, Roberto Alzir Dias Chaves.
Un total de "7.000 policías reforzarán a los 12.000 efectivos de la ciudad, sin contar a los 1.700 policías de élite de la Fuerza Nacional, los de la policía civil, de carreteras y la federal", agregó.
Las zonas turísticas, hoteles, estaciones de metro y autobús y las favelas más peligrosas serán vigiladas por la Policía.
Luego de todas las protestas que se vivieron durante el desarrollo de la Copa Confederaciones en Brasil, el país se prepara para evitar este tipo de situaciones en la jornada que reúne a millones de jóvenes católicos de todo el mundo.
"Estamos esperando un evento pacífico, pero estamos preparados para actos de violencia", indicó Dias Chaves.
El Ejército brasileño reforzó los efectivos, temeroso de que la visita del Papa, que nuevamente colocará al país bajo la luz de los proyectores, incite a los jóvenes brasileños a volcarse y manifestar en las calles.
En Río, el Papa visitará la pequeña favela de Varginha, en la zona norte. Pero "los dos puntos calientes" en materia de seguridad son la playa de Copacabana y la localidad de Guaratiba, a 40 kilómetros del centro, donde se movilizarán gran parte de los peregrinos.
En Copacabana tendrá lugar la fiesta de acogida de los jóvenes y el Vía Crucis de la JMJ.
Unos 5.000 soldados vigilarán la seguridad de Guaritiba, que acogerá en un terreno baldío de 300 hectáreas el "Campus fidei" ("Tierra de fe"), la gigantesca vigilia de plegarias en la víspera de la partida del Papa, así como la misa final el domingo 28.