El Ministerio de Salud Pública (MSP) presentó un programa piloto denominado "Conciencia y acción colectiva" que se implementará en 2025 en los departamentos de Canelones, Maldonado, Colonia y Rivera. Está basado en un exitoso modelo islandés y busca reducir el consumo problemático de drogas mediante la creación de entornos saludables y el fortalecimiento de la colaboración entre instituciones y la comunidad.
La estrategia implementada en Islandia durante más de 25 años mostró resultados contundentes, logrando disminuir el consumo temprano de sustancias en adolescentes.
La clave de este modelo reside en una intervención que involucra a organismos públicos, centros educativos y a la comunidad en general, con el objetivo de construir un entorno propicio para el desarrollo saludable de los jóvenes.
El modelo se basa en cinco pilares de prevención. En primer lugar, promueve la "prevención primaria" para evitar la aparición de comportamientos de riesgo.
Además, enfatiza la necesidad de articular acciones comunitarias, teniendo a las escuelas públicas como el "centro natural" de estos esfuerzos.
También impulsa a los miembros de la comunidad a tomar decisiones informadas y prácticas basadas en evidencia científica.
Otro de los pilares es la integración de investigadores, legisladores, profesionales y miembros de la comunidad en un mismo equipo de trabajo.
Por último, se plantea que el alcance de las soluciones debe estar alineado con la magnitud del problema.
Uno de los aspectos más innovadores de este modelo es que no carga la responsabilidad en cada individuo, sino que considera a la comunidad como un "paciente colectivo".
La estrategia apunta a que sea la sociedad en su conjunto la que propicie un entorno que desincentive el consumo de drogas, reforzando así el rol de las comunidades en la prevención de conductas adictivas.
El proyecto incluye la realización de encuestas periódicas a jóvenes de 15 años, con el fin de medir su efectividad y hacer los ajustes necesarios a lo largo de los cinco años de duración del programa.
En Uruguay, estas encuestas comenzarán a aplicarse en el primer trimestre de 2025, permitiendo recoger datos relevantes para la evaluación de los resultados.
El éxito en Islandia respalda esta iniciativa: en 1997, el país tenía una de las tasas de consumo de sustancias más altas entre adolescentes europeos.
Hoy, gracias a este modelo, el consumo de alcohol bajó de 42% a 6%, el de tabaco de 23% a 1%, y el de cannabis de 17% a 6%.
Además, se registraron cambios positivos en el estilo de vida juvenil, como el aumento en el tiempo de convivencia familiar y en la práctica de actividades deportivas.