El contador Marcos Soto, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica del Uruguay y socio de la consultora Cibils Soto Consultores, alertó, en su columna para el programa Fuerte y Claro, que la inflación en Uruguay está provocando una caída del salario real por tercer año consecutivo. Escuche la columna completa.
“En Uruguay seguimos lejos del rango meta del Banco Central definido entre el 3% y el 7%, mientras que la inflación está en el 9,5%. Viene siendo un problema, provocando caída del salario real por tercer año. La debilidad del dólar a nivel local está amortiguando esta situación, pero al costo de perder competitividad de nuestro sector exportador”, afirmó Soto, quien es decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica del Uruguay y socio de la consultora Cibils Soto Consultores.
Asimismo, advirtió que este problema se roba las atenciones no sólo a nivel local sino que a nivel internacional.
“El resurgimiento de la inflación en la inmensa mayoría de los países. En las economías centrales más desarrolladas, tenemos niveles de inflación que no se veían desde hace 40 años. Otras economías de funcionamiento regular también han visto cómo sus precios domésticos se han elevado”, agregó.
Explicó que en el aumento de la inflación no hay una única causa, y mencionó que entre ellas está el aumento de la deuda por la pandemia del COVID-19, que ocasionó un mayor gasto y un aumento de la emisión monetaria.
“Hoy circulan varias veces la cantidad de dólares que circulaban hace unos años. Cuando hay emisión monetaria y la economía no termina creciendo en consecuencia lo que sucede es una sobreoferta de moneda, y eso genera pérdida de valor. Eso es la inflación”, indicó.
Señaló que la inflación “es mala” “porque en general afecta en mayor medida a quienes viven de un salario, que ven cómo su trabajo vale menos hasta que aparezca algún tipo de ajuste”.
“Además, dentro de los que viven de un salario afecta mayormente a aquellos sectores que se lo consumen todo, es decir, aquellos sectores que no tienen capacidad de ahorro. En general, lo sectores más vulnerables”, agregó.
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