Política exterior: Mercosur flexible en contexto de incertidumbre sistémica

9 febrero de 2021


La reciente visita no oficial de Lacalle Pou a Jair Bolsonaro dejó como saldo una agenda de trabajo con aspectos regionales y bilaterales relacionados a corto plazo, mostrando “ajustes más que cambios significativos la política exterior al respecto de los gobiernos anteriores”. La flexibilización del bloque, energía, infraestructura y las relaciones extra-Mercosur parecen marcar la agenda bilateral regionalizada por ambos líderes bajo el paraguas de la “diplomacia presidencial”. Escuche el análisis del politólogo Andrés Raggio en el programa Fuerte y Claro.

 

 

Durante su análisis, Raggio explicó que la política exterior uruguaya, desde la salida de la última dictadura, “estuvo signada por un consenso entre los partidos fundacionales más que por una política exterior de Estado”.

La llegada del Frente Amplio “produjo algunos cambios significativos para la política exterior del país. En primer lugar, la orientación hacia un Mercosur más integrado desde dimensiones no tradicionales (como lo social), un alejamiento lento de EEUU acompañando de propuestas regionales que den mayor soberanía a la región respecto a este, y la consolidación de nuevos mercados y nuevos socios estratégicos”, agregó.

Raggio manifestó que la llegada de Lacalle Pou al poder, conjuntamente con la pandemia del coronavirus, “no permitió visibilizar los diferentes ajustes de política exterior que se preveían”.

“Se esperaba una mejor relación con EEUU, una adhesión a las postura presentada por el Grupo de Lima respecto a Venezuela, una apuesta continuista de promover la flexibilización del Mercosur para negociar acuerdos comerciales con terceros países, y una fuerte apuesta al comercio exterior como eje central para la Cancillería”.

En lo que respecta a China, Raggio dijo que la postura del Gobierno entrante fue “continuar bajo la misma línea que el anterior, con un cambio importante en cuanto a lo discursivo, aludiendo directamente a desideologizar la política exterior y a no volcarse ni por China ni por EEUU”.

La reunión “no oficial” con Bolsonaro, a casi un año de la asunción de Lacalle Pou, “es la primera salida al exterior como Jefe de Estado, denominada por él mismo como parte de la diplomacia presidencial”.

“Más allá de las diferentes lecturas simbólicas que esta visita pueda generar, la agenda de la misma muestra una tendencia a centrar la política exterior en temas de agenda vinculados con la infraestructura (dragado Laguna Merín, by pass en Río Uruguay para hidrovía, segundo puente en Yaguarón), en menor medida atisbos de temas relacionados a la energía y su comercio y la tan dialogada y poco ejecutada flexibilización del bloque”, sostuvo el analista.

En el caso de la posibilidad de TLC, Uruguay “se ha mostrado abierto ante la posibilidad de acuerdo de libre comercio con EEUU, UE, China, Corea del Sur, entre otros. Este hecho pasa a ser clave en el marco de la estrategia que se decide abordar por parte del gobierno actual, debido a que uno de los motores de la misma es la búsqueda de mejores condiciones de acceso a mercado para la exportación y el fomento de la competitividad”.

La reactivación del bloque, que tendría una reunión de líderes en marzo en Foz de Iguaçú, “parece que buscará un mayor consenso en el marco de la agenda flexibilizadora, para lo cual deberán armonizarse algunas posturas divergentes y otras no tanto”.

Los temas de la “agenda social del Mercosur” no aparecen entre los puntos resaltados, “lo que queda claro que para la diplomacia presidencial del gobierno actual no es un tema central, como sí debería ser, en tiempos de pandemia, la cuestión de fronteras y las cuestiones vinculadas a la cooperación en vías de reducir impactos semejantes futuros”, dijo.

Existen algunas consideraciones importantes, “la industria de la región no ve con buenos ojos una apertura comercial como la que fomenta Uruguay desde hace algunos años, mientras que los gobiernos de Brasil y Argentina no parecen mostrarse muy receptivos a las propuestas".

"Por otro lado, el presidente argentino Alberto Fernández, si bien ha manifestado que apoya acuerdos con otros bloques, entiende que estos no pueden ir en detrimento de los más vulnerables. Claro está que por más que se quiera extirpar el factor político-ideológico en el marco del Mercosur, este factor es fundamental para su desenlace, cuando no”, cerró.


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