El intendente de Paysandú y senador electo por el Partido Nacional, Nicolás Olivera, expresó su confianza en el futuro gobierno de Yamandú Orsi, del Frente Amplio. “Yo le tengo fe. Yo les tengo fe a todos los presidentes del Uruguay. Le tengo fe si arranca firme y es el presidente que tiene que ser”, afirmó.
Entrevistado en Desayunos Informales de Canal 12, Olivera resaltó las cualidades de Orsi como “un tipo articulador” y “muy agradable” en el trato, describiéndolo como una persona abierta.
Sin embargo, advirtió que su principal desafío será resistir las presiones de los sectores internos del Frente Amplio: “El gran desafío de él es no ceder a la presión de los que tiene en la vuelta y de los sectores que son más fuertes, que lo van a presionar”, señaló.
El senador electo también aludió a ciertos indicios de presiones políticas que se observaron durante la campaña y expresó que Orsi deberá administrar las tensiones para cumplir con su programa de gobierno.
“Va a tener que administrar qué tanto va a poder hacer del programa y de lo que dijo que va a hacer”, apuntó.
En las malas
En otro tramo de la entrevista, Olivera reflexionó sobre la reciente derrota del Partido Nacional en las elecciones y los debates internos que se han generado.
Aseguró que tras las elecciones departamentales y municipales de mayo se realizará una autocrítica: “No como decir ‘tuviste la culpa vos’, sino pensando para adelante, qué faltó o qué no hicimos”, explicó.
Consultado sobre su enfrentamiento público con el senador Sebastián da Silva, Olivera reconoció que se equivocó al adjetivar.
La polémica surgió cuando calificó de "cobarde" la actitud de Da Silva al retirarse de la sede de Álvaro Delgado en la noche del balotaje tras conocerse los resultados.
“Yo no estuve a la altura al adjetivar, no fue feliz la expresión”, admitió.
Finalmente, Olivera enfatizó que, pese a las diferencias, en el Partido Nacional predomina un tono constructivo y de diálogo.
“Hace 20 años los blancos andábamos a los tiros, ahora somos unos caballeros”, concluyó, dejando entrever su disposición a limar asperezas dentro del Partido.
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