Luego de la cumbre histórica entre las dos Coreas, Estados Unidos continúa ejerciendo presión en Corea del Norte ya que anunció que no habrá rebajas de sanciones económicas ni de la presión militar.
Así reaccionó la Casa Blanca ante el anuncio del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un quien se ha mostrado dispuesto a desmantelar su centro de pruebas nucleares ubicado en Punggye-ri.
El consejero de Seguridad Nacional, John Bolton de EE.UU dijo que “hasta ahora no hemos oído más que palabras. Queremos tener evidencias, no solo retórica”.
Entrevistado por cadena Fox, Bolton indicó que si bien el alto a la pruebas nucleares y balísticas son una buena señal, siguen siendo insuficientes y puso como ejemplo, los pasos concretados con Libia.
“Superamos nuestro escepticismo cuando Libia permitió a observadores británicos y estadounidenses visitar todos sus instalaciones nucleares. Debe ser algo concreto y tangible. No nos interesa la propaganda de Corea del Norte”, explicó Bolton al tiempo que defendió la política de mano dura con Pyongyang.
“Debe quedar claro que si hemos llegado al punto en el que estamos es por la presión a la que ha sometido la Administración Trump a Corea del Norte. Presión económica, política y militar. Esto lo ha reconocido el presidente de Corea del Sur, pero también el primer ministro japonés, el presidente francés y la canciller alemana. Y ahora depende de los norcoreanos demostrarnos que realmente quieren dejar las armas nucleares”, expresó Bolton.