La semana pasada el periodista celebró que Peñarol lo vendiera ahora por un "problema de cabeza", ya que en meses podría "no valer nada" por cómo vive fuera de la cancha.
En declaraciones a El Observador TV, dijo que el delantero es un "muchacho que bebe" y que ha tenido algunos controles internos en Peñarol.
Tras la repercusión de sus palabras, el periodista escribió una carta pública en la que se retractó de lo que había dicho.
Varios medios de Portugal se hicieron eco y eso trancó el pase del futbolista. Según informa Montevideo Portal, el dirigente carbonero Ricardo Rachetti está en ese país para cerrar los detalles de su, ahora demorado, pase.
Peñarol hizo pública una carta de la Asociación Uruguaya de Fútbol firmada por su presidente, Wilmar Valdez, y su secretario general, Alejandro Balbi.
En la misiva los dos subrayaron el buen comportamiento del jugador en la selección y remarcaron que de no ser así no estaría integrado al grupo de Oscar Washington Tabárez.