Tuvo lugar en Plaza de Cagancha, en el centro de Montevideo, una manifestación en reclamo de justicia por Milagros Chamorro, una joven de 30 años que, tras ser víctima de una violación grupal en Maldonado a los 15, se quitó la vida recientemente mientras esperaba ser atendida en un centro de salud. La concentración fue impulsada por el Proyecto Ikove, un colectivo que agrupa a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual.
Durante la manifestación, los asistentes sostuvieron carteles con códigos QR que dirigían a la proclama del evento y a información relevante sobre la lucha por la justicia y la concientización sobre la violencia sexual.
El evento buscó visibilizar la relación entre la violencia sufrida y sus efectos en la salud mental, un aspecto que, según el colectivo, la sociedad uruguaya aún no ha enfrentado plenamente.
El Proyecto Ikove subrayó la importancia de reconocer el impacto que la violencia tiene en la salud mental de las víctimas.
En un comunicado, señalaron: "El caso de Milagros pone muy de manifiesto cómo no podemos separar esas dos problemáticas: la crisis en salud mental y la violencia sexual, así como la insensibilización que tenemos sobre el tema".
Para la organización, la lucha de Milagros, quien había roto el silencio y buscaba justicia, debe ser un llamado urgente a la sociedad para enfrentar estas problemáticas.
La trágica muerte de la joven tuvo repercusiones institucionales.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) inició una investigación de oficio para esclarecer las circunstancias de su fallecimiento, dado que Milagros se quitó la vida en el baño de una mutualista mientras buscaba asistencia en salud mental.
El suicidio dejó en evidencia deficiencias en el sistema de atención, especialmente en el manejo de emergencias psiquiátricas.
La ministra de Salud Pública, Karina Rando, informó que la joven había realizado tres consultas en la mutualista en un período de tres días, sin obtener una respuesta efectiva.
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