Yulia Skripal, hija del espía ruso Serguéi Skripal, rompió su silencio después del ataque químico que sufrió junto a su padre. En declaraciones a Reuters, la mujer, de 33 años, dijo sentirse "feliz de estar con vida" y aseguró que "el intento de asesinato ha dado un vuelco" a su existencia.
Skripal dijo además que espera regresar a Rusia aunque sea "a largo plazo". Durante la entrevista, que fue acotada, la jóven entregó una carta en inglés. En el escrito explica que "visitaba a su padre Serguéi cuando ocurrieron los hechos".
Además en el texto detalla que se enteró de lo que había sucedido a través de los medios de comunicación, después de permanecer 20 días en coma. "Todavía me cuesta entender que los dos hemos sido atacados", dijo.
"El hecho de que un agente nervioso fuese usado para hacer eso es chocante", agregó. Sobre la recuperación de ambos, Yulia la describió como "lenta y extremadamente dolorosa".
Según publica El País de Madrid, Skripal no quiso entrar en detalles pero afirmó que el tratamiento fue "invasivo, doloroso y deprimente".
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