El consultor salvadoreño e internacional en materia de seguridad pública, Luis Enrique Amaya, se sorprendió ante la comparación que hizo el Director Nacional de Policía, Mario Layera con El Salvador.
En declaraciones a Montevideo Portal, Amaya afirmó que la situación de su país tiene "un nivel endémico de violencia" que, incluso cuando atravesó sus momentos más bajos, estuvo lejos de la situación de Uruguay.
"En 2013 tuvimos la menor tasa de homicidios de los últimos años, cuando se ubicó en 39,4 cada 100 mil habitantes", dijo el especialista y agregó que la cifra se encuentra "muy lejos" del dato de Uruguay, cuya tasa de homicidios fue de 8,1 cada 100 mil habitantes.
Por otro lado Amaya explicó que la situación de su país se diferencia de Guatemala y Honduras, en que el fenómeno de las "maras" o "pandillas" está más ligado a la posesión de territorios que al comercio de drogas.
Este fenómeno, explicó Amaya, de bandas que dominan territorios se consolidó en la segunda mitad de la década del 90. Agregó que la extorsión es el principal mecanismo de funcionamiento de estos grupos.
"Las pandillas siempre tienen un carácter territorial. Dominan una zona y cobran renta a todos los que pueden adentro de esa zona", indicó.
Según este especialista, la acción de las pandillas le hizo al Estado perder presencia en varias zonas, porque los maestros o servicios de salud no pueden ingresar sin su aval. La Policía, además, solo puede ingresar con grandes operativos, en ocasiones con la asistencia del Ejército.
Amaya recordó que en toda América Latina se produjeron procesos de desarrollo de grupos criminales, fundamentalmente vinculados al narcotráfico y la actividad ilícita en zonas fronterizas, pero que tienen una forma de funcionar diferente a las "maras", que se caracterizan por "una violencia desproporcionada".
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