Según informa la web especializada Xataka, se llama "Continuous Liquid Interface Production (CLIP)" pero la clave de esta tecnología es su velocidad, que puede llegar a ser entre 25 y 100 veces más rápida que la de las impresoras 3D comunes.
En esta tecnología CLIP no se imprime un objeto capa por capa, sino que se aprovecha tanto la luz como el oxígeno para ir dando forma a la resina y de hacerlo además con una orientación mucho más tridimensional.
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