En ese sentido dijo: "Mire es posible, no sé. Las pedreas existen tres por dos. Hay una botijada que se pasa de la raya. Son rebeldes sin causa, se debe a un sarampión de la edad juvenil, cuando se es retobado y ponzoñoso como araña de manguera".
Agregó: "Uno se puede preguntar para qué les hace una escuela" a estos menores que viven en asentamientos y luego hacen este tipo de cosas.
Acto seguido se contestó: "Se debe considerar la circunstancia social y familiar que les tocó vivir, habría que analizarlo caso a caso".
"Yo no soy juez", sentenció.