Para Mujica “un presidente cerca de las capas más postergadas de la sociedad debería ser la norma y no la excepción. Y sin embargo, en este mundo, eso no sucede. Política es una mala palabra”, dijo y agregó que las repúblicas vinieron para igualar a los hombres.
El presidente entiende que “en la vida hay que creer en algo” aunque “sea bolazo. Si tienen un gobierno en el que no creen en nada, y una clase política en la que no creen un carajo, ¿qué nos queda? El nihilismo, cada cual a lo suyo”, opinó.
Por otro lado el mandatario se refirió a los militares presos por violar los DDHH. Para Mujica no deberían estar presos sino reconocer sus actos y decir lo que pasó.
“Yo no creo en la justicia en el sentido etéreo. Para mí, la justicia es una vieja a la que pintamos con dos platillos y que está ahí, supuestamente neutral, pero no, porque siempre se inclina para el que es más fuerte en la sociedad en la que se vive. Los hombres tuvimos que inventar esa institución porque si no, nos arrancábamos los ojos los unos a los otros".
"Soy un luchador social, el poder es ganar la voluntad de la gente. A mí lo que me interesa es lo que rodea a cada ser humano. No me interesa ganar un torturador o algo por el estilo, ese está del otro lado. Con ese tengo que cargar. Me interesa ganarle la familia, ganarle los hijos, los hermanos, el núcleo de relación. Cuanto más lo agreda yo, más difícil me resulta de ganar ese mundo que lo rodea".
"Para mí, lo fundamental es multiplicar la fuerza, porque lucho por el poder, no por la justicia, lucho por el poder de los que no tienen poder, que son los más débiles”, sentenció.
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