Mujica pidió recibir a niños refugiados de Siria

Sobre el pedido de que familias uruguayas reciban niños refugiados de la guerra en Siria, Mujica expresó: "Todos vemos televisión, y una de las cosas que impactan es la cantidad de gurises abandonados en campos de refugiados. ¿No podremos hacernos cargo como sociedad de recoger algunos puñados de esos gurises, que no significa coartar la libertar o tener hijos robados de dolor sino sencillamente una práctica familiar de la solidaridad? ¿No podrá valer la pena que levantemos la cabeza e intentar socorrer en algo a los niños por ahí abandonados que quedan como costo de una formidable guerra que está lejos de detenerse?", expresó.

"Es una pregunta, porque sé que hay gente que me va a decir por qué no me ocupo de los niños pobres uruguayos, pero pienso que la inmensa mayoría tiene cariño, y estos ni eso. A lo mejor estoy equivocado o el alma de mi pueblo está ahogada por la sociedad de consumo, los intereses. Tal vez piense que no, pero me bulle la cabeza y de alguna manera quiero hacer una consulta a mi pueblo", sostuvo, en declaraciones publicadas por Montevideo Portal.

En otro tramo de su audición se refirió a las críticas que llegan desde la extrema izquierda y derecha. "Es legítimo que honradamente exista gente muy desconforme con las políticas que buscan por todos los medios acotar las distancias económicas entre los núcleos ricos y pobres de la sociedad. Es legítimo que exista gente desconforme con las políticas porque piensan que el gran motor es la competencia, competencia y competencia entre humanos y empresas. Tienden a tener una visión absolutista, cerrada, todo lo verán mal, negro", indicó.

El jefe de Estado criticó al que denominó el "fanatismo capitalista". En ese sentido dijo que quienes están dentro de esa forma de ver el mundo "en el fondo no pueden ver la realidad real que es mucho más compleja. Ven el cristal a través del cual miran, no la realidad".

"Los dogmatismos cerrados todo lo quieren igualar y por lo tanto todo lo ven negro, limitado y pobre, y por lo tanto se tiñen de un discurso pesimista. Los primeros, los embebidos de la filosofía individualista, exageran los corporativismos venenosos que existen en nuestra sociedad, ven en el laicismo una truculencia que ha perdido todos los valores y pagan un precio enorme porque terminan dejando por el camino el acervo de la tolerancia hacia lo que es distinto", agregó el jefe de estado.

Acto seguido indicó: ¿Cuánto tiempo les llevará entender a este fanatismo capitalista que no existe otro camino que la síntesis? ¿Cuánto costará entender en esta sociedad que si no los puedes vencer, únete? No se trata de abdicar de lo que se piensa, sino de recrear. Esto implica ver a la política no como un torneo sino como un camino que necesita recreación, responsabilidad y mucha tolerancia. Ya nada puede ser igual, ni es en el país o el mundo".

Al cierre Mujica afirmó: "Nunca estaremos de acuerdo con el igualitarismo obtuso de los ladrillos. Ello ni siquiera es posible, porque es casi un disparate, un canto negativo contra la ideología".