Según el informe, al que tuvo acceso El País, "el sector bancario uruguayo se beneficia de un entorno operativo estable, de una muy buena calidad de cartera de préstamos y de un adecuado nivel de capitalización".
El informe añade que "el nivel de endeudamiento de los individuos es moderado, el nivel de empleo es favorable y el poder adquisitivo de los individuos continúa en crecimiento".
De todas formas establece que "el sistema bancario se mantiene altamente dolarizado y una mayor devaluación del peso uruguayo en 2015 limitará cualquier cambio significativo en el nivel de depósitos en moneda local a corto plazo".
También subraya que "los bancos propiedad del gobierno tienen una posición dominante, generando un sistema bancario altamente concentrado que de alguna manera limita las oportunidades de negocio para los bancos de propiedad privada".
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