En declaraciones a El Observador, el director de la Unidad de Gestión Desconcentrada de OSE Maldonado, Miguel Crobo, sostuvo que la turbiedad se debe a "arrastres" que se generan cuando hay un mayor consumo de agua que el habitual.
"El agua viene con una velocidad inusual, empieza a arrastrar y a romper todo lo que está adherido a la cañería, son cañerías de mucho tiempo", dijo.
La empresa llamó a licitación para comenzar a cambiar las tuberías que aún quedan de hierro por las de PVC y así minimizar los episodios de turbiedad. La primera adjudicación fue para sustituir siete kilómetros de caños en Piriápolis.
Se empezará a trabajar una vez terminada la temporada, cuando disminuya la cantidad de gente en esas zonas. El jerarca agregó a ese matutino que en una segunda etapa se licitarán los arreglos en otros 15 kilómetros de caños del departamento.