Por seis votos a cinco, los magistrados del Tribunal Supremo de Brasil (STF) rechazaron el recurso de habeas corpus presentado por el expresidente Luis Inacio Lula Da Silva y ahora, el líder más popular de Brasil está mas cerca de ir a prisión.
Todo parece indicar que Lula podría convertirse en presidiario en poco tiempo luego de que, cerca de la una de la madrugada del jueves, el STF votara por seis contra cinco el recurso de Lula para impedir su ingreso a la cárcel a raíz de la condena a 12 años por corrupción.
Su pasaje por la prisión podría ser breve, ya que el expresidente tiene algunas alternativas. Sin embargo, ahora las posibilidades parecen mínimas para uno de los líderes políticos más importantes del mundoue le fue impuesta el pasado enero.
El ingreso de Lula traerá grandes consecuencias políticas al dejar prácticamente fuera de la carrera electoral a un candidato que, de acuerdo a las encuestas, encabeza las preferencia de voto de cara a las elecciones presidenciales.
De todas maneras, la herida abierta en la sociedad brasileña probablemente continuará ensanchándose. Sus defensores vivirían esta etapa de forma tremendamente dramática, algo que muchos ven como una suerte de venganza por parte de la elite contra quien fuera un obrero metalúrgico sin estudios que, en un país de fuertes diferencias sociales, logró gobernar exitosamente el país durante ocho años.
Sus detractores celebrarán el "triunfo". Además, con Lula en prisión, muchos podrían interpretarlo como una señal de parte de la Justicia contra la corrupción.
"Nadie está por encima de la ley" es el mensaje que parecen enviar los tribunales.
De todas maneras, también estarán aquellos que verán al exmandatario solamente como un chivo expiatorio en un ámbito en el que casi ninguna figura importante de la política está a salvo de sospechas.
Habitualmente, las sesiones del Tribunal Supremo son retransmitidas por televisión y esta no fue la excepción.
Quienes tuvieron suficiente interés y paciencia pudieron seguir un debate que duró caso 11 horas. Tuvo incio a las dos de la tarde del miércoles y finalizó cerca de la una de la madrugada.
El STF no analizaba la sentencia que condenó a Lula de aceptar un apartamento en la playa como soborno de una constructora tras ser beneficiada con contratos de la petrolera Petrobras sino que simplemente debía examinar una solicitud de habeas corpus: la petición del exmandatario de que quedara sin efecto la orden de prisión.
Cada magistrado, fueron emitiendo sus votos tras extensos discursos donde se hicieron referencias a la literatura jurídica, consideraciones políticas, ataques a la prensa y reflexiones sobre los problemas sociales del país.
Cuando Rosa Weber, la quinta de los 11 magistrados en intervenir, todo parecía estar definido. Weber anunció su voto contrario a la solicitud del expresidente.
Sin embargo, la votación llegó empatada al final luego de que la presidenta del STF, Cármen Lúcia, inclinara la balanza.
Desazón y festejos
A las afueras del tribunal, en las calles de Brasilia, envueltos en verde y amarillo, contrarios a Lula, celebraban danzando y tocando tambores cuando la derrota del expresidente parecía inminente.
A su vez, partidarios del líder del Partido de los Trabajadores (PT), utilizando camisetas rojas dejaban correr las lágrimas.
Jair Bolsonaro, el candidato ultraderechista a la presidencia que es probable pase ahora a encabezar las encuestas de intención de voto, se sumó a los que se manifestaban para pedir la prisión de Lula.
Tras conocerse la decisión del Tribunal, el PT emitió su primera declaración: "Es un día trágico para la democracia".
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