"Ningún país habría actuado con más contención", sostuvo la embajadora ante las Naciones Unidas, Nikki Haley tras referirse al baño de sangre que vivió la franja de Gaza a raíz de las manifestaciones de palestinos contrarios a la decisión de Estados Unidos de trasladar la embajada norteamericana a Jerusalén.
Haley responsabilizó a Irán de las tensiones en Medio Oriente, por apoyar a "los terroristas" de Hamás.
Las declaraciones tuvieron lugar durante una reunión convocada de forma urgente a pedido de Kuwait, que comenzó con un minuto de silencio en memoria del más de centenar de víctimas que ha provocado esta oleada de violencia desde fines de marzo.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, se mostró “profundamente alarmado” y pidió a las autoridades israelíes que “calibren” el uso de la fuerza contra quienes se manifiestan.
Nickolay Mladenov, coordinador especial para el proceso de Paz en Oriente Medio dijo que “no hay excusa para los asesinatos”, y condenó a las dos partes que están en conflicto.
“El enojo de la población, si no se canaliza de una manera constructiva, llevará a más destrucción”, expresó en referencia a la creciente frustración de los palestinos, y agregó que “hay que dar un paso al frente e impedir la guerra”.
Kuwait, que cuenta con representación ante la ONU hasta 2019, compartió un borrador con una declaración de condena a la matanza de civiles junto a la cual solicitaba una investigación para definir responsabilidades.
Estados Unidos bloqueó ese pedido y Kuwait busca ahora que se tome una resolución que garantice la protección de los civiles y que "Israel se responsabilice como fuerza ocupante".
Por su parte, Israel pidió al Consejo de Seguridad que se pronuncie con una condena a Hamás por considerar que está provocando que miles de palestinos traspasen la frontera de Gaza, según expresó el embajador Danny Danon quien sostuvo que “no hay nada pacífico en estas protestas” y agregó que “el traslado de la embajada es una excusa”.
Estados Unidos, principal aliado de Israel en la ONU, también acusa a Hamás por la masacre: "está encantada con los resultados", expresó la embajadora Nikki Haley, quien aseguró que el traslado de la embajada a Jerusalén no significa un cambio en el proceso de paz.
"Es lo correcto, es nuestro derecho y debe ser una causa de celebración", declaró y añadió que "la paz solo se puede lograr si se reconoce la realidad".
Fuente: El País de Madrid
Excusa
La embajadora de Israel en Uruguay, Nina Ben-Ami dijo que "no hay vinculación entre las dos cosas (el cambio de embajada y las manifestaciones), Hamás está buscando cruzar la frontera desde su inicio. La organización anunció públicamente, a través de las redes sociales, que quiere destruir a Israel y no que busca llegar a una conciliación".
En declaraciones a El País, Ben-Ami afirmó que "el ejército israelí no salió a atacar" recordando que "en 2005 Israel salió de Gaza" y que ahora "buscamos defendernos".
La diplomática señaló: "Hicimos muchas cosas para evitar que los palestinos fueran a la frontera: panfletos para evitar que se acercaran, por ejemplo. Pero Hamás está determinado a hacer un ataque que es cada vez más violento".
"Los palestinos que intentan cruzar la frontera prácticamente se están suicidando" agregó la emabajadora quien informó que habló con algunos uruguayos cerca de la frontera y le expresaron que "sienten compasión y simpatía por los palestinos que ven casi suicidarse. Ellos mientras tanto intentan trabajar y mandar a sus hijos a la escuela, aunque el humo de los neumáticos quemados les molesta".
"Vamos a seguir defendiendo nuestra frontera", aseguró Ben-Ami quien concluyó: "ojalá con el pueblo palestino lleguemos a un acuerdo de paz".
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