"Lamentablemente el clima que había previo al desalojo, hacía prever un enfrentamiento con la policía", dijo Faroppa y agregó: habían "caras tapadas y acopios de piedras. No digo que la intención haya sido generar un conflicto, pero la mesa estaba servida y faltaba una chispa para prender la pradera".
Faroppa, quien participó de los acontecimientos violentos como observador, indicó a El Espectador que su presencia fue a pedido de las autoridades del Codicen y que la orden de intervenir fue del Ministerio del Interior.
"No hubo un operativo de uso masivo y sistemático de la fuerza por parte de la policía porque no se trató de golpear a mansalva a un grupo de estudiantes que estaban cantando una consigna", dijo Faroppa.
Faroppa declaró que "no puede" negar que "algunos de los policías intervinientes haya utilizado con exceso la fuerza, eso lo pude ver" pero "objetivamente y de acuerdo a lo que establecen los estándares de derechos humanos, no puedo afirmar que lo que yo vi fue una aplicación masiva y desordenada de la fuerza".
El presidente de la Inddhh dijo que, ante estos hechos, "es un deber nuestro" proponer un nuevo protocolo de desalojo.
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