El Gobierno de EEUU le va a imponer, a partir de octubre, un sistema de cuotas a los jueces de inmigración que medirá sus resultados con el objetivo de reducir los retrasos en los procesos de deportación de inmigrantes indocumentados.
Según informó El País de Madrid, el presidente Donald Trump viene desde hace un año reclamando mayor celeridad a la hora de expulsar inmigrantes como parte de su política restrictiva y la decisión del Departamento de Justicia es el elemento más significativo.
Para recibir una evaluación “satisfactoria” se va a requerir a los jueces que completen 700 casos al año y que menos del 15% de sus decisiones sean devueltas por un tribunal superior.
En algunas circunstancias, también se pedirá a los magistrados tomar una decisión tres días después de la vista judicial para el 85% de los casos de inmigrantes que se encuentran detenidos tras su entrada irregular a EE UU.
En los últimos cinco años, cada juez ha gestionado 678 casos al año en promedio, aunque algunos llegaron a los 1.500.
Informarte