El presidente de Estados Unidos, Donald Trump suspendió su viaje para participar en la Cumbre de las Américas y una posterior visita a Colombia, mientras define cuál será la reacción de su gobierno tras lo que denominó como un “atroz” ataque con armas químicas contra civiles en Siria.
Sería, desde que asumió, la primera visita de Trump a Latinoamérica, una región por la cual ha demostrado un interés escaso.
Por otra parte, y desde Washington, el mandatario envió tanto a Rusia como a Siria y el resto del mundo una señal que indica que todo está listo para el golpe.
La posibilidad que se maneja es que Trump opte por una respuesta militar al ataque perpetrado el sábado en Duma, que terminó con la vida de por lo menos 60 civiles y causó una centena de heridos en una zona rebelde en la periferia de Damasco.
Mientras Moscú y Damasco niegan su responsabilidad, para el presidente Trump no hay duda de que es así y la posible reacción recuerda a una matanza ocurrida hace un año cuando ante una matanza del régimen sirio, arrasó con 59 misiles Tomahawk la base aérea de Shayrat, en la ciudad de Homs.
Una intervención que fue unilateral y por sorpresa y se supone que ahora Trump planea una fórmula más potente, para la cual ha venido preparando el terreno con un conjunto de declaraciones.
El domingo, el mandatario acusó al régimen de Bashar Al Asad de perpetrar la matanza, acusó a Putin por apoyarla y sostuvo que Siria pagará un “alto precio”.
“Esto es una atrocidad, un acto bárbaro y no podemos consentirlo, sobre todo porque tenemos el poder para impedirlo. Si ha sido Rusia, si ha sido Siria, si ha sido Irán, si han sido todos juntos, lo vamos a resolver”, sostuvo el lunes.
Y mientras toma esa decisión, para la cual se ha puesto un plazo de 24 a 48 horas, el mandatario decidió suspender su viaje a Lima (Perú).
Para ello, convocó al Consejo de Seguridad de la ONU, además de buscar el apoyo de sus socios. Francia por ejemplo, mostró pleno respaldo a una acción "coordinada y contundente”. Reino Unido, aunque su postura no es clara, dijo que todas las opciones están sobre la mesa.
De producirse una intervención, el impacto será profundo ya que podría significar una mayor implicación de Estados Unidos en Siria sumida en una guerra que, luego de siete años, ha provocado la muerte de 320.000 muertos y el desplazamiento de 10 millones de habitantes.
Fuente: El País de Madrid
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