Desde el comienzo de la pandemia, la rutina de los sepultureros en el cementerio Vila Formosa, en São Paulo, cambió. Más de ochenta entierros por día (la mitad de personas enfermas con COVID-19), una línea de coches fúnebres y el miedo al contagio son parte de la vida cotidiana de los trabajadores en el cementerio más grande de América Latina. La periodista Natalia Scarabotto siguió el trabajo de estos profesionales y lo relató en el programa Fuerte y Claro. Escuche el informe.
"Es un clima muy triste y pesado. Vemos el dolor de las familias", dijo la periodista y agregó que para los trabajadores funerarios que trabajan en el cementerio y aprendieron a lidiar con la muerte, la pandemia “ha sido muy difícil” porque “ha requerido un gran esfuerzo físico y mental”.
Uno sepulturero que trabaja allí hace 25 años, dijo que nunca había visto algo así y que estos últimos tres meses le dieron miedo.
"Es difícil [soportar] la presión de sostener un ataúd para llevarlo a la tumba, a veces ver el rostro de la persona enterrada y ver la desesperación de la familia", dijo el trabajador, que prefirió no identificarse.
El número de entierros por día se ha duplicado en el cementerio, y ahora hay 80 por día. De estos, la mitad son casos confirmados o sospechosos de coronavirus.
Para identificar estos casos, los registros de las víctimas de COVID-19 están marcados con el acrónimo D3.
Por razones de seguridad, las víctimas de COVID-19 tampoco tienen funerales y un máximo de diez familiares pueden acompañar el funeral.
"Pero en la mayoría, a lo sumo van cuatro o cinco miembros de la familia. Porque las familias no quieren exponer a las personas mayores y a los niños al riesgo de contagio”, dijo Scarabotto.
Al final de la cadena de la muerte, los entierros se encuentran entre los que más sienten el peso de esta pandemia.
En Brasil ya hay 58.385 muertes y 1.370.488 casos confirmados, según el Ministerio de Salud. Incluso con el avance de la enfermedad y la dura realidad en los cementerios, grandes capitales como São Paulo y Río de Janeiro comenzaron a reabrirse en las últimas semanas.
Comercio, clubes, playas y algunas iglesias están de vuelta en el negocio. La próxima semana, São Paulo lanzará la reapertura de bares y restaurantes.
La determinación es que las personas continúen usando máscaras en espacios públicos y mantengan la distancia entre ellas.
Fotos: Natália Scarabotto (@scarnatalia)