"No puedo hablar, es una situación especial. No tiene sentido que hable", dijo Casal a la prensa al entrar al juzgado.
Según informa El Observador, a la salida Casal esquivó a los medios y cuando le preguntaron por una posible asociación con los clubes para impulsar la denuncia dijo: "Yo no propuse absolutamente nada".
La empresa Global Sport, propiedad de Casal, pudo ser perjudicada por las maniobras de la Conmebol. La firma había ofertado por los derechos televisivos de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana de los años 2015 a 2020, 805 millones de dólares y quien ganó fue T&C Sports que ofreció 381 millones, o sea 424 millones menos.