Según informa El Observador, la reforma apunta directamente a desestimular el retiro de los militares, más que nada el personal superior, que alentados por el régimen actual, les permite irse de los cuarteles con 20 años de servicio y con menos de 50 años cumplidos de vida.
El sistema goza de una serie de ventajas, por ejemplo a cada año de servicio en el exterior a los uniformados se les computa doble, cobran como jubilación el 100% de su sueldo, reciben aguinaldo y, cuando fallecen la mayoría de sus haberes son heredados por la familia.