Por eso crearon una app que funciona gracias al sistema GPS y que puede recibir información sobre el movimiento de la tierra.
La idea es que en determinadas zonas que son propensas a los sismos, la red de teléfonos celulares pueda brindar datos sobre la magnitud y distribución de los movimientos.
"La mayor parte del mundo no recibe alertas de terremotos, en gran parte debido al costo de construir las cadenas científicas necesarias para el monitoreo", dijo a Disocvery el geofísico del USGS y jefe del proyecto Benjamin Brooks.
Brooks destacó que los datos combinados de los smartphones de una determinada zona pueden brindar información valiosa sobre los parámetros del fenómeno.