Según informa la web especializada Xataka.com, cada vez pesa más la electrónica y las telecomunicaciones, los sistemas de ayuda a la conducción, la comunicación inalámbrica entre automóviles y entre automóviles y la infraestructura, y la conducción autónoma, van a cambiar drásticamente nuestra forma de conducir y circular por las ciudades.
Los argumentos para usar esta tecnología son la mayor seguridad y la comodidad.
Se prevé que para 2020 habrá autos autónomos y para 2025 serán totalmente autónomos. Además hoy disponemos de sistemas de ayuda a la conducción con diversos sensores. Mediante cámaras de vídeo de alta definición, y el correspondiente microprocesador y software, que combinados con otros sistemas complementarios como la emisión de rayos de luz láser infrarroja o el radar, también frontal.
Estos sistemas permiten reconocer otros vehículos, tanto coches como furgones o camiones, y también motos, bicis y peatones, y advertir al conductor de su presencia, o incluso actuar automáticamente para evitar un accidente.
Xataka informa en su crónica que los sistemas de frenado automático también están en pleno cambio gracias a las innovaciones en materia de detección y reconocimiento.
Estos sistemas se están ahora mismo mejorando. Los primeros sistemas de frenado automático solo reconocían otros vehículos y a veces podían tener problemas con las motos. Los más recientes reconocen sin problemas a cualquier otro usuario de la vía pública.
Una reciente evolución es que estos sistemas de detección reconocen también cuándo se cruza otro vehículo con nuestra trayectoria, o cuándo viene un vehículo en sentido contrario, y en caso de que se busque girar en un cruce, y nos podamos chocar con ese vehículo, también actúan.