Según informa la web especializada Xataka, el sistema despliega el oxígeno de la zona de la llama para provocar que el fuego cese. Eso si, no sirve cualquier música sino frecuencias bajas continuas.
El primer prototipo ha funcionado bien con un fuego controlado usando alcohol como combustible. De ahora en más se seguirá trabajando sobre esa base para mejorar el primer paso dado y poder utilizarlo en incendios de gran magnitud.
Mirá como funciona: