De esta forma los ratones conservaron la sensación de calor y el tacto.
El informe, que fue publicado por Muy Interesante en base a la revista Journal of Neuroscience, informe que los trabajos previos había mostrado que una proteína de las células nerviosas llamada TRPM8, que funciona como canal iónico, era la responsable de la sensación de frío.
Esta proteína, que se expresa en neuronas sensoriales, se activa con las bajas temperaturas y con agentes químicos refrescantes, como el mentol, y genera la respuesta correspondiente.
En este nuevo estudio los investigadores consiguieron aislar y desactivar en los ratones a esas neuronas en las que se expresa la proteína TRPM8. Lugo utilizaron un grupo control de roedores normales y otro con las neuronas TRPM8 desactivadas y los colocaron en una superficie con diferentes temperaturas, entre 0 ºC y 50 ºC.
Los ratones del grupo control tendían a ir a las zonas de temperatura templada, y los otros solo evitaban las regiones que eran más cálidas.
Para los ivestigadores quedó en claro que estos animales sin las células nerviosas extraídad no sienten frío pero sí calor.
Muy Interesante publica en su informe que con este descubrimiento se podría atender al dolor, si fuese posible actuar de una manera similar para desactivar las neuronas implicadas en el proceso doloroso sin alterar el resto de sensaciones.