Felipe recibe la corona española y grandes desafíos
15 junio de 2014
En la España que hereda Felipe VI aún persiste, sin embargo, la necesidad de cerrar un modelo de convivencia que no ha cumplido con las expectativas de todos y que hoy se ve más debilitado por el desafío de los soberanistas.
Una debilidad que ha tocado también a las principales instituciones del Estado, y entre ellas a la propia Monarquía, para cuya imagen será muy importante el papel que desempeñe el nuevo rey; el "más preparado" para ello, según muchos dirigentes políticos que ven en él una garantía de estabilidad.
Además de la necesaria "regeneración democrática" tras un periodo en el que los casos de corrupción han alimentado el desencanto de los españoles, la España de 2014 tiene que dar el último salto hacia una recuperación económica.
"Me permitirán que les reitere mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas, con ilusión, a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una nación, una comunidad social y política unida y diversa que hunde sus raíces en una Historia milenaria", dijo el príncipe de Asturias tras la abdicación, el pasado 2 de junio, de Juan Carlos I.
Estas palabras expresan el deseo de responder a uno de los desafíos mas importantes del futuro inmediato como es la consulta a los catalanes sobre su derecho a decidir la independencia de España, prevista según los planes del presidente del gobierno regional de Cataluña, el nacionalista Artur Mas, para el próximo 9 de noviembre, lo que ha generado intenso debate político.
En ese contexto, muchos representantes de los partidos mayoritarios señalan al próximo rey como garante de la estabilidad y respeto a la Constitución, en la que -según reitera el Gobierno- no cabe la celebración de una consulta que sería ilegal.
Felipe VI asume además el trono de un país en el que la desafección de los ciudadanos hacia las instituciones ha tocado su cota máxima, como reflejan todas las encuestas.
En esa distancia ha influido los casos de corrupción como el de la supuesta financiación ilegal del gobernante Partido Popular, conocido como el "caso Bárcenas", o el del supuesto fraude con fondos públicos en la región de Andalucía, gobernada por el Partido Socialista (PSOE), el llamado "caso de los EREs".
Informe propiedad EFE