Brasil: continúan manifestaciones contra el Mundial
4 junio de 2014
A menos de diez días del comienzo de la Copa del Mundo en Brasil, los gastos millonarios destinados por el Gobierno a su realización han vuelto al centro de las protestas sociales.
Esta vez, los manifestantes han encontrado una original forma para la denuncia: doce pelotas gigantes que simbolizan las ciudades sede fueron infladas ante el Congreso, en la ciudad capitalina de Brasilia.
"Queremos que el poder público brasileño pida perdón a la nación porque prometió lo que no cumplió: invirtió una fortuna de dinero público en aquello que no es esencial", dijo a la AFP Antonio Carlos Costa, fundador de la ONG Río de Paz.
Los balones ostentan grandes cruces rojas que simbolizan el gasto público de unos 11.000 millones de dólares en el torneo, que ya es el más caro de la historia de los eventos deportivos de este tipo.
Las organizaciones presentes reclamaron que los candidatos a las elecciones presidenciales que se celebrarán en octubre, en las que la presidente Dilma Rousseff competirá por la reelección, se comprometan con objetivos de obras para el pueblo, igual que Brasil lo hizo con la FIFA para el Mundial.
"Estamos pidiendo metas; queremos un trato idéntico que la que tuvo la FIFA. Ellos pidieron 12 estadios, nosotros queremos saber cuántos hospitales, cuántas escuelas serán construidas en cuatro años, al igual que lo hicieron en Brasil (el presidente de la FIFA Joseph) Blatter y (el secretario general Jerome) Valcke: ellos exigían", dijo Costa.
El millonario gasto público de Brasil en la preparación del Mundial de Fútbol fue el detonante, en 2013, de las mayores movilizaciones callejeras en la historia reciente de Brasil, que involucraron a millones de personas. En ese momento y en medio de aumentos en las tarifas de los servicios públicos, los manifestantes mostraron su indignación frente a lo que se gastaba en estadios y pidieron que las inversiones sean redirigidas a salud, transporte y educación.
Aunque las protestas han perdido intensidad, continúan a las puertas del Mundial que comienza el 12 de junio y se extenderá hasta el 13 de julio.
"No estamos haciendo obras de este porte sólo para la Copa del Mundo, tenemos el compromiso de hacerlas para todos", dijo el domingo la presidente Rousseff, al inaugurar una gigante vía expresa de bus de 40 km que conecta el aeropuerto internacional de Río de Janeiro con Barra da Tijuca, en la zona oeste de la ciudad.
Muchas obras vinculadas al Mundial, consideradas un legado para las ciudades sede, se atrasaron o fueron canceladas debido a concesiones irregulares a empresas privadas. El Gobierno defiende que una buena parte está siendo finalizada y que traerá beneficios a la población, sea antes o después de la Copa.
Informe y foto propiedad AFP